Al Azar

20.10.09

Las grandes olas avanzan y se suceden sin ruido alguno. Se siguen, y cada una de ellas levanta a su vez la misma gota de agua, sin cambiarla de lugar.




Y doy gracias por que

todavía me quedan calles
y lugares, surcos y pedrería que
no recorrí contigo. Por suerte
no tomamos helado
en todas la heladerías, ni nos
sentamos en todas las butacas
de todos lo cines.

Lluviosa tierra de Normandia; campo domesticado...
* i love you.