"Eso siempre estuvo ahí", me decía.
Y yo la oía diciéndomelo al oído,
y yo la buscaba en pensamientos antiguos,
borroneados, y olvidados adrede.
Tengo uno o dos recuerdos:
Cuando no te deje salir de mi casa,
Y cuando te pintabas de rojo la boca
antes de irte.
Y cuando te pintabas de rojo la boca
antes de irte.