Empujé la puerta y lo alcancé
de un salto.
-Eh, Usted! -Grité.
El hombre empezó a temblar
-Una gran amenza
pesa sobre la ciudad -le
dije cortésmente al pasar.
de un salto.
-Eh, Usted! -Grité.
El hombre empezó a temblar
-Una gran amenza
pesa sobre la ciudad -le
dije cortésmente al pasar.