| Cuando de acerbo mal presa te viste, | |
| mi ruego te salvó. De azufre puro | |
| tres veces por mi afán lustrada fuiste; | |
| mientras cantó la maga su conjuro, | |
| tres ofrecí a los dioses pan sagrado... [283] |
Y en la 3:
| Tres veces en las suertes mi destino | |
| consultó, tres feliz le halló el infante... |
El número ternario era sagrado entre los antiguos:
dijo el poeta.