Al Azar

9.10.10

La síntesis de las imágenes,
la gruta en un sueño concentrado,
la esponja petrificada,
la trama del relato,
la vida reptil y terrestre,
la confianza que tiene un escritor,
la tierra mas oscura,
la eternidad de todo anillo,
la realidad aquí toda nocturna,
las escamas que constituyen un reptil-pescado,
la boca abierta,
y el amor tuyo que es la voluntad de colorear,
de teñir a todo lo largo de las transmutaciones alquímicas.

2.10.10

nadie presta atención 
a mirar estas alturas,
la confunden entre 
los empalmes de la oscuridad.
mis alas de mirlo ahora 
son escamas de víbora,
nudos en las ramas.

las avispas de colmena
los pájaros de nido 
las víboras de frutos
el frío de primavera
el árbol en mis sueños
el frío y el calor de mis sueños.

(noche)

la vida en un árbol.

el viento rompe lo huecos
y solo la bóveda parece inquietarse.
dentro, solo miro el suelo,
austero y bondadoso.

Si vieran mis alas de mirlo.

(tarde)

La vida en un árbol
completamente lucido,
salto de rama en rama,
me deslizo, intrépido.
guardo todas las plumas
de las aves que devoró
cuando tocan la bóveda.

(mediodía)

la vida en un árbol.

1.10.10


despierto mecido en una rama,
la luz apenas entra,
y algunos rayo juegan
a perderse entre hojas.
da igual,
aves organizan
silbidos o pitidos,
da igual

(por la mañana)

la vida en un árbol

30.9.10


convertidos en el reptiles 
transformados plácidamente
en alguna variedad de serpiente,
trepan el árbol mas alto del patio trasero.
otro intento, 
convertidos placidamente en 
reptiles, ahora con esfuerzo, desmedido,
mutan en aves, pequeñas, simples.
les pierdo de vista, creo que llegan a una colina
pequeña, simple. 

les pierdo de vista.

Montréal 1976

 

todo el hambre
para comer
para masticas los huesos
para que llegue a mi boca.
lo destroce, lo mastique.
para: adoptar rápidamente todas
las apariencias de las hojas impresas.

27.9.10

Acá vienen las horas para llevarme,
para dormirme, para descansar,
aunque duerma con nudos en todo el
cuerpo.
Aunque ojos me acechen por las noches,
y tenga que taparme con todas las frazadas.
Ocultarme de los fantasmas, invitarlos
a que me vean dormir.
Todavía no los vi.
pero se donde moran; en el comedor,
entre libros, en el umbral donde van a esperar,
a que pase distraído, para saltar sobre mi.

Inevitables.

En mi cama, haciendo ruido, moviendo los resortes
sacudiendo las sabanas.


Qué es lo peor?
Conocernos al punto de
saber lastimarnos.
Va trepando por los tejido
armados, por las grietas
de mi cuerpo, en las cabidades
que me invento.

-En que piensas?
-En nada.
* i love you.