Al Azar

23.7.11

La muerte pasaba entumecida con los huesos apretados
hirvientes
deseados y dichosos de poseer un cuerpo, de chuparlo y absorberlo.
la astucia y los siniestros movimientos
actuaron a su favor, primero roncaron luego se hicieron rocas y con ella una pedestal de huesos caducos.
Hacia tiempo que sus huesos traducían las notas en do o tal ves en mi,
en mi sonaba sus ecos austeros impresos de fibras compresas y temiendo de una infusión de piernas me deshice con ellas.
Mi registro mental solo permite una o dos explicaciones a la ves
mientras sena lentas legibles,
por un momento su boca pronunciaba la simbiosis de los elementos.
* i love you.