Acá vienen las horas para llevarme,
para dormirme, para descansar,
aunque duerma con nudos en todo el
cuerpo.
Aunque ojos me acechen por las noches,
y tenga que taparme con todas las frazadas.
Ocultarme de los fantasmas, invitarlos
a que me vean dormir.
Todavía no los vi.
pero se donde moran; en el comedor,
entre libros, en el umbral donde van a esperar,
a que pase distraído, para saltar sobre mi.
Inevitables.
En mi cama, haciendo ruido, moviendo los resortes
sacudiendo las sabanas.