
Que nacimos de la misma cumbre
de otras avalanchas
de otras nieves
de la misma montaña
que el agua ha traído nuestros
pies las mismas aguas dos veces.
Raras veces hablamos de nuestro encuentro.
Conocí a las hermanas Dosueños
en una calle de tierra en
Saldungaray, hacia tres días
que estaban paradas ahí, inmóviles.
Lunes.
A la semana de ser presidente de
la cámara tipográfica en Kiev.
Puse a mi perro, de secretario
ejecutivo y delegado en la embajada
del corsodromo de Rio.
Luego, claro, lo elijieron a él presidente.
-Por tener los ojos cerrados...
Anunciaba Dosueños, mientras
caía en vela.
(claves en la pag. 71; solución pag. 90)
Dosueños sigue contándome como volvió a su estatura de 60 cm.
Etcétea.
Le pregunté como había llegado
hasta la repisa de mi chimenea.
-De la misma forma que llegamos
a Marte -respondió.
(Claves en la pag. 65; solución el la pag 86)