Rasco entre mis huesos la idea, quizás austera, de que seas mía.
De un salto estar entre tus dedos.
De un salto entrar entre tus ropas.
De un salto irnos lejos.
COMPARACIONES VIVIENTES
Perseveraba en la muerte y creía en ese tiempo
que el único racimo de vida, se contenía solamente en la euforia ajena.
En el umbral de las pequeñas cosas estaba guardada el Princesa de Hielo.
Quizás todo se confundió cuando revelamos que debajo de su túnica todo era negro,
y su bastón de gala era un gran martillo rojo.